HONGOS ALIMENTO DEL FUTURO
Los hongos son seres vivientes diferentes de los vegetales y de los animales
“Comeremos lo mismo
dentro de 20 años” dicen los tecnólogos de alimentos aludiendo a que el proceso
de incorporación de nuevos alimentos al mercado popular requiere de varias
etapas; desde la elaboración del proyecto de investigación, hasta la
disposición generalizada al público consumidor y aún más hasta su aceptación en
ese sector del mercado. Así, será necesario tomar en consideración que un
proyecto de investigación biológica partiendo de conocimientos de investigación
básica ó pura se desarrollara en un periodo no menor a 5 años.
La dosificación a nivel
del sector científico de los datos obtenidos durante la investigación tomará
otros 5 años; la divulgación e introducción popular llevará cuando las
condiciones son propicias (es decir como apoyo del gobierno, soporte de
campañas de divulgación, etc.) de 5 años a 10 años, y por último el
mejoramiento en presentación, sabor, olor, color y producción por diversas
empresas (etapa del convencimiento empresarial-comercial) cuando menos unos 5
años.
Los hongos son seres vivientes diferentes de los vegetales y de los animales. Se les reconoce actualmente como un reino propio y se le denomina “Reino FUNGI”. Existen más de 100 mil especies reconocidas por la ciencia mundial (aunque se calcula que existen realmente más de 5 millones de especies), de las cuales el 90% pertenecen a hongos microscópicos conocidos como “mohos”, el 10% restante son hongos macroscópicos, es decir que se pueden ver a simple vista. A este tipo de hongos pertenece el champiñón y los hongos comestibles que vemos en los mercados de México. Existe una confusión generalizada respecto a los hongos. En primer lugar se confunden con los vegetales, de los cuales difieren por no ser flores, tallos, hojas y frutos y porque ninguno posee un pigmento de color verde llamado clorofila el cual emplean las plantas para llevar a cabo la fotosíntesis, proceso que les permite elaborar sus propios alimentos.
Lo que consumismo como alimento de los hongos macroscópicos es una estructura formada por ellos para producir esporas microscópicas y de esta manera reproducirse y esparcirse en la naturaleza; es decir estas estructuras tienen la misma función de un fruto (como la manzana o la naranja) o sea producir semillas y esparcirlas. A dichas estructuras en los hongos se les denomina “cuerpos fructíferos”. Los cuerpos fructíferos presentan una gran diversidad de formas y tamaños como sombrillas, trompetas, abanicos, escobetas, orejas clavitos, etc. Cuando cortamos un hongo, en realidad estamos cortando el cuerpo fructífero, y este, volverá a formarse (como sucede con los frutos) días después o en la siguiente temporada.
El verdadero hongo se
encuentra embebido en el sustrato ya sea la hojarasca, o dentro de un árbol o
un tronco en descomposición, dentro de paja, bagazo de café o caña, etc., está
constituido por un gran número de filamentos blancos casi microscópicos y
dentro del sustrato. Estos filamentos en conjunto se denominan “MICELIO” y cada
filamento individual HIFA
En un momento dado de su vida el micelio se organiza entretejiéndose para formar uno o muchos cuerpos fructíferos erectos sobre el sustrato, los cuales van a formar millones de esporas microscópicas en una parte especial llamada HIMENIO. Las esporas son dispersadas por el aire y al caer en el lugar adecuado y bajo condiciones adecuadas por germinación originarán un nuevo micelio de aspecto semejante a una pelusilla blanca. Otra forma de reproducción de los hongos diferente de la producción de esporas es la fragmentación del micelio. Cada fragmento tiene la capacidad de crecer y producir cuerpos fructíferos en muchos casos. Este tipo de reproducción (semejante a “codos” de plantas de jardín) la aprovechamos en nuestro cultivo casero.
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