CULTIVO DE CHAMPIÑON
El cultivo de champiñones no solo es rentable, sino que también es ecológicamente sostenible
Preparación del Sustrato
El primer paso en el
cultivo de champiñones es la preparación del sustrato, que sirve como base para
el crecimiento del micelio (la parte vegetativa del hongo). El sustrato
comúnmente está compuesto de una mezcla de paja de trigo, estiércol de caballo
y otros materiales orgánicos. Estos ingredientes se compostan para descomponer
la materia orgánica y reducir los niveles de amoníaco, lo cual es esencial para
un buen desarrollo del micelio.
Pasteurización y Siembra
Una vez preparado el
sustrato, se somete a un proceso de pasteurización para eliminar organismos
patógenos y competir con el micelio del champiñón. Este proceso consiste en
calentar el sustrato a una temperatura de alrededor de 60-70°C durante varias
horas. Después de la pasteurización, se enfría el sustrato y se procede a la
siembra del micelio. El micelio se mezcla uniformemente con el sustrato, que
luego se distribuye en bandejas o camas de cultivo.
Incubación
Durante la fase de
incubación, las bandejas o camas de cultivo se mantienen en condiciones
controladas de temperatura y humedad para promover el crecimiento del micelio.
La temperatura ideal para esta fase es de alrededor de 25°C, con una humedad
relativa del 90%. Esta fase dura aproximadamente 2-3 semanas, durante las
cuales el micelio coloniza completamente el sustrato.
Cobertura
Una vez que el sustrato
está completamente colonizado por el micelio, se aplica una capa de cobertura,
que generalmente consiste en una mezcla de turba y cal. Esta capa proporciona
la humedad necesaria y protege el micelio, estimulando la formación de primordios
(pequeños botones de champiñón). La temperatura durante esta fase se reduce a
unos 18-20°C, con una alta humedad relativa.
Fructificación
La fase de fructificación
es cuando los champiñones empiezan a aparecer. Este proceso se ve favorecido
por cambios en la temperatura, humedad y ventilación. Los champiñones crecen
rápidamente y alcanzan su tamaño de cosecha en unos pocos días. La temperatura
ideal para la fructificación es de 14-18°C, con una humedad relativa del
85-90%. La ventilación adecuada es crucial para evitar la acumulación de
dióxido de carbono, lo cual puede inhibir el desarrollo de los champiñones.
La cosecha de champiñones
se realiza manualmente, y es importante recolectarlos cuando alcanzan el tamaño
deseado. La mayoría de los champiñones se cosechan antes de que el velo delgado
que cubre las láminas se rompa, garantizando así un producto de alta calidad.
El proceso de cosecha debe ser cuidadoso para no dañar el micelio, permitiendo
que se desarrollen nuevas oleadas de champiñones.
Mantenimiento y
Recolección Subsecuente
Después de la primera
cosecha, el cultivo puede producir varias oleadas más de champiñones, conocidas
como "flujos". El manejo adecuado del sustrato y la capa de cobertura
es esencial para mantener la producción. Se debe continuar controlando la
temperatura, la humedad y la ventilación para asegurar las mejores condiciones
para la fructificación continua.
Beneficios del Cultivo de Champiñones
El cultivo de champiñones
no solo es rentable, sino que también es ecológicamente sostenible. Los
champiñones requieren menos espacio y recursos en comparación con otros
cultivos, y su producción puede integrarse fácilmente en sistemas agrícolas
existentes. Además, el sustrato usado puede reciclarse como fertilizante para
otros cultivos.
En resumen, el cultivo de
champiñones es un proceso que requiere conocimientos específicos y cuidado
constante. Sin embargo, con las condiciones adecuadas y una gestión apropiada,
puede ser una actividad altamente productiva y beneficiosa para agricultores y
consumidores por igual.
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FUENTE facebook: @hidroHISEP,
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